La provincia de Burgos tiene en su escudo un escudo dividido:
La primera parte es un campo de plata, medio cuerpo de rey coronado de oro con corona abierta, cara de carne, y dalmática de gules cargada de tres castillos de oro; bordura de gules cargada de dieciséis castillos de oro; en la segunda partición, de gules, un castillo de oro, coronado de sable, con entrada y ventanas abiertas.
La corona real es un círculo de oro engastado con piedras preciosas, compuesto por ocho florones de hojas de acanto, cinco de los cuales son visibles, interpolados con perlas, y de cuyas hojas surgen dos diademas de perlas, que convergen en el mundo de azur, con el semimeridiano y el ecuador en oro, con una cruz de oro. La corona es de gules o forrada de rojo.
El cuerpo del rey y la bordura están tomados del escudo de la ciudad de Burgos, mientras que el castillo de oro sobre campo de gules es un símbolo del histórico Reino de Castilla, al que pertenecía Burgos.
El 9 de noviembre de 1877, la Diputación Provincial de Burgos autorizó en sesión plenaria el escudo provincial. Tradicionalmente, el escudo provincial lleva impresa una antigua corona real abierta, lo que ocurre con frecuencia, pero a partir del reinado de Juan Carlos I, la heráldica oficial (la Diputación de Burgos) emplea la corona real cerrada.
El apelativo de Caput Castellae se dio a esta provincia por ser la cuna del Reino de Castilla (Cabeza de Castilla).
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