La forma actual del escudo de Guipzcoa fue aprobada por la Norma Foral 6/1990, sobre marcas de identificación del Territorio Histórico de Guipzcoa, el 27 de marzo de 1990. Su descripción heráldica es la siguiente:
En campo de oro, tres árboles de sinople (verde), colocados en faja sobre ondas de agua de plata y azur (azul). El escudo está sostenido por dos salvajes, de pie, al natural, vestidos con un paño de plata. Debajo de la punta del escudo se encuentra la leyenda «FIDELISSIMA BARDULIA NUNQUAM SUPERATA» («Fielísima Bardulia, nunca superada»), escrita en letras de sable (negro), sobre una cinta de plata.
Al sello le corresponde una corona ducal que es un círculo de oro, engastado con piedras preciosas, compuesto por ocho florones, de los cuales cinco son visibles.
En el escudo se representa el tejo común (Taxus baccata). A menudo se emplea una representación simplificada del escudo, sin la ornamentación exterior y con las partes del escudo expresadas gráficamente.
Las Juntas Generales de Hermandad, precursoras de las actuales Juntas Generales de Guipúzcoa, modificaron las armas tradicionales de Guipúzcoa, en uso desde 1466, suprimiendo en 1979 dos divisiones con un monarca coronado y sentado en un trono que podría ser Alfonso VIII de Castilla o Enrique IV, y doce cañones. La reina Juana de Castilla permitió la inclusión de una nueva división con doce cañones en las armas de Guipúzcoa en 1513, simbolizando los tomados por las fuerzas guipuzcoanas en la batalla de Velate en 1512.
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